Un hombre fue a un restaurante de mariscos y pidió un surtido de mariscos. Cuando llegó el plato, notó algo inusual.
Llamó al camarero y dijo: “Este pescado está etiquetado como ‘piraña’, pero parece un pescado normal”.
El camarero respondió: “Ah, sí, eso es nuestro ‘Sorpresa de Piranha’ ¡te sorprende al no comer tus dedos!”