Una Década de Silencio por Amor

Había una vez un príncipe que fue hechizado para que solo pudiera decir una palabra al año. Si no hablaba durante dos años, al siguiente año podría decir dos palabras, y así sucesivamente.

Un día, se enamoró de una hermosa dama. Se abstuvo de hablar durante dos años enteros para poder llamarla “mi querida”. Pero luego quiso decirle que la amaba, por lo que esperó tres años más. Al final de estos cinco años, quiso pedirle que se casara con él, por lo que esperó otros cuatro años.

Finalmente, al concluir el noveno año de silencio, llevó a la dama al lugar más romántico del reino y le dijo: “Mi querida, te amo. ¿Quieres casarte conmigo?”

Y la dama respondió: “¿Perdón?”

¿Por qué las mujeres necesitan un marido?

¿Por qué las mujeres necesitan un marido?
Una Mujer acude al Psiquiatra y se queja:
“No quiero casarme”.
Soy educada, independiente y autosuficiente.
No necesito un marido.
Pero mis padres me piden que me case. Qué debo hacer ?
El psiquiatra respondió:
“TU, sin duda, lograrás grandes cosas en la vida.
Pero es inevitable que algunas cosas no salgan como usted desea.
Algunas cosas saldrán mal.
A veces fallarás.
A veces tus planes no funcionarán.
A veces tus deseos no se cumplirán.
Entonces ¿a quién culparás?
¿Te culparás a ti mismo?
Mujer: “¡¡¡NO!!!”
Psiquiatra:
“Sí… Por eso necesitas un marido”

Dos Capas en un Día Caluroso

Un hombre de negocios entró a la oficina y encontró a un trabajador no experimentado pintando las paredes. El trabajador llevaba puestas dos parkas pesadas en pleno día de verano.

Pensando que era un poco extraño, el hombre de negocios le preguntó al trabajador por qué llevaba las parkas en un día tan caluroso.

El trabajador le mostró las instrucciones en la lata de pintura. Decían: “Para obtener los mejores resultados, aplique dos capas.”

El Día de Playa de los Pingüinos

Un hombre iba conduciendo por la carretera cuando un policía lo detuvo. El oficial miró en la parte trasera del camión del hombre y le preguntó: “¿Por qué tienes estos pingüinos en tu camión?”

El hombre respondió: “Estos son mis pingüinos. Me pertenecen.”

“Debes llevarlos al zoológico”, dijo el policía.

Al día siguiente, el oficial vio al mismo hombre conduciendo por la carretera y lo detuvo de nuevo. Vio que los pingüinos todavía estaban en el camión, pero esta vez llevaban gafas de sol. “¡Pensé que te dije que llevaras a estos pingüinos al zoológico!” dijo el oficial.

“Lo hice”, respondió el hombre. “Y hoy los estoy llevando a la playa.”

Día Lluvioso del Canguro

“Oh, no”, gimió la canguro a su amiga, la coneja. “El pronóstico anuncia lluvia.”

“¿Cuál es el problema con eso?”, preguntó la coneja. “Podríamos usar algo de lluvia.”

“Claro”, dijo la canguro. “¡Pero eso significa que mis crías tendrán que jugar adentro todo el día!”

Tres deseos en la isla desierta

Tres amigos varados en una isla desierta encuentran una lámpara mágica. En su interior hay un genio que acepta conceder un deseo a cada amigo.

“Quiero volver a casa”, dice el primer amigo. El genio concede su deseo.

“Yo también quiero volver a casa”, dice el segundo amigo. Y el genio la envía de regreso a casa.

“Me siento solo”, dice el tercer amigo. “Me gustaría que mis amigos volvieran aquí”.

Una cuestión de puntuación…

Un profesor de inglés escribió las palabras,

“La mujer sin su hombre no es nada” en la pizarra y ordenó a sus alumnos que la puntuaran correctamente.

Los hombres escribieron: “La mujer, sin su hombre, no es nada”.

Las mujeres escribieron: “¡Mujer! Sin ella, el hombre no es nada”.

El Estudiante Audaz y la Salida Inolvidable del Examen

Un día, un estudiante estaba tomando un examen de ensayo muy difícil. Al final del examen, el profesor pidió a todos los estudiantes que dejaran sus lápices y entregaran inmediatamente sus exámenes. El joven seguía escribiendo furiosamente, aunque se le advirtió que si no paraba de inmediato, sería descalificado. Ignoró la advertencia, terminó el examen 10 minutos después y fue a entregarlo a su instructor. El instructor le dijo que no aceptaría el examen.

El estudiante preguntó: “¿Sabes quién soy?”

El profesor respondió: “No, y no me importa.”

El estudiante preguntó de nuevo: “¿Estás seguro de que no sabes quién soy?”

El profesor volvió a decir que no. Entonces, el estudiante se acercó a la pila de exámenes, colocó el suyo en el medio y arrojó los papeles al aire.

“Perfecto”, dijo el estudiante y salió. ¡Aprobó!

El Plan de Dieta Secreto

Un esposo y una esposa decidieron hacer dieta juntos para perder unos kilos antes de sus vacaciones. Acordaron animarse mutuamente y seguir su plan de dieta.

Una semana después, el esposo notó que su esposa se colaba en la cocina tarde en la noche. La sorprendió in fraganti, devorando un gran trozo de pastel de chocolate.

Le susurró: “Cariño, ¿qué estás haciendo? ¡Prometimos seguir nuestra dieta!”

Ella respondió con una sonrisa traviesa: “Oh, no te preocupes. Solo estoy comiendo mi pastel de dieta secreto. No cuenta porque es un secreto”.

El esposo no pudo evitar reír. “Bueno, en ese caso, ¡pásame un pedazo secreto de pastel también!”

La Excusa de la Multa por Exceso de Velocidad

Un oficial de policía detuvo a un hombre por exceso de velocidad. Cuando el oficial se acercó al coche, notó que la esposa del hombre estaba tratando frenéticamente de terminar su maquillaje.

Oficial: “Señor, ¿sabe a qué velocidad iba?” Hombre: “Oficial, tengo una buena excusa. ¡El maquillaje de mi esposa estaba a punto de deslizarse de su cara!” Esposa (indignada): “¡Vamos! ¡Conducías como un maniático!” Hombre: “Ves, oficial, solo estaba tratando de mantener la armonía conyugal.”

El oficial no pudo evitar reír y los dejó ir con una advertencia, recordándoles que condujeran con seguridad y mantuvieran las prioridades del maquillaje.